Despiértame los sueños, entra bajo mi piel, desnúdame los labios. Mírame, no planeo ser fugaz, no en tu mente, no en tu corazón. Y aunque la cursilería no es lo mío del todo, hay personas a las que se les da casi de manera natural el entregarse a las emociones y hacer que quienes les rodean, se enreden también en ellas. Me temo que soy una de esas personas.
Déjame cantarte aunque mi voz no se preste a más que para decir oraciones apenas entendibles. Déjame tapar tus ojos y embriagarte con mi aroma. Acerca tu mejilla a mi hombro y concéntrate en lo suave de la ropa que lo cubre. No odies a mi cabello despeinado y danzante cuando el aire lo atraviesa, mejor bésalo, después muévelo tras mi oreja… y besa mi frente, besa mis labios.
Sube el volumen de la música, jamás lo dudes; me encanta envolverme de sonidos, me fascina perder la conciencia entre letras y melodías. Baja las ventanillas, deja que el viento golpeé nuestros rostros; no abras el paraguas, deja que mi piel se estremezca con aquellas gotas frías de lluvia.
No prometo quedarme para siempre, hay cosas que están fuera de mi manos; lo que sí prometo, es dar lo mejor de mí mientras esto dure, mientras nuestros ojos anhelen encontrarse día tras día; espero que sea por mucho tiempo, espero cuando menos una vida.
Déjame dedicarte algunas letras, aunque no sea la mejor escribiendo. Permíteme quererte como sé hacerlo: torpemente, pero de forma sincera y real. ¿Aún tienes dudas? Supongo que es normal, a muchas personas les da miedo salir heridos, pero ¿qué no las heridas son también parte de vivir?
Y si alguna vez esto termina, si tus labios besan otros labios y mis suspiros surgen por alguien más… si tomamos distintos caminos y nuestras manos se vuelven extrañas. Si eso pasa, tal vez en algún punto duela. Y lo que tenga que pasar, será bienvenido, pues estoy segura de que valdrá la pena, valdrá los besos y valdrá el tiempo invertido.
Será de los dolores más bonitos, y de los olvidos más fingidos… Porque amar como sé amar, no dejará duda alguna en tu mente:
Hay desastres que gusto volveríamos a repetir.
Escrito por: Mayeli Tellez.