Me encanta como cuando me besas, atrapas mis labios con los tuyos y los muerdes ligeramente.
Me encanta como acaricias mi rostro y me pasas el cabello detrás de las orejas con movimientos suaves y lentos.
Me encanta cómo puedes sostenerme la mirada durante minutos enteros, haciéndola a cada momento más profunda.
Me encanta cómo vive en ti la amabilidad. Que decidas caminar del lado de la calle y que me abras la puerta cada vez que subo al auto.
Me encanta que viva en ti la humildad. Que le regales un café caliente a un desconocido y le cambies así el día a una persona que no tiene hogar.
Me encanta tu gran corazón y que estés dispuesto a hacer lo que sea por un amigo.
Me encantan tus ojos.
Me encanta jalarte el cabello y cómo por un momento te quedas sin respiración; y que siempre que tomo tu mano, tú enlaces tus dedos con los míos.
Me encanta que me abraces por la espalda y escuchar tu respiración profunda cuando estás a punto de quedarte dormido.
Me encanta sentirme protegida por tu calor corporal, por tus brazos alrededor de mi cintura y tu respiración en mi nuca.
Me encanta observarte mientras duermes y ver que ese cúmulo de energía descansa por fin.
Me encanta tu sonrisa.
Me encanta el olor de tu cabello.
Me encanta la forma de tu espalda.
Y lucho contra mi deseo de acariciar tus hombros todo el tiempo, tomar tu cuello entre mis manos y acercarte a mí. Que al estar tan cerca, pueda poner mi nariz entre tu cabello, e inhalar; una y otra vez.